¿Qué pasó en estos dos años?

Como suele decirse, la vida. Tengo el blog abandonado, iba a añadir «un poco», pero dos años sin decir ni mu es algo más. Me quedé embarazada y mi cabeza no estaba para fotos ni blogs. Cuando la maternidad te llega a los 39 años hay demasiadas cosas que reorganizar en tu vida, en tu casa, en tus hábitos y luego cuando llegó la niña…. ni organigramas ni planes, todo es caos. Aunque un caos delicioso a pesar del cual tu vida parece estar en orden.

Siempre he sido obsesiva con la información, reconozco mi incapacidad de tirarme a la piscina sin comprobar los metros cúbicos de agua, la proporción de cloro empleada y la temperatura de la misma. Así que imaginaos la de lecturas temáticas que hice durante el embarazo, que no digo yo que sea bueno estar hiperinformada, pero es intríseco a mí, yo y mi necesidad de controlar mi microuniverso compartido.

Y la perorata viene a cuento de que mi alimentación y en consecuencia la de mi núcleo familiar, ha sido revisada con lupa. Procesados, azúcares, productos alimenticios infantiles… unas ganas que me entran de tirarme al monte cada vez que leo las etiquetas en los supermercados que pa qué. Carmen, mi churumbel, come solita desde los 6 meses (blw) y prácticamente de todo (no voy a explicar aquí el método porque para ello ya hay muy buenos blogs y mejor documentados) y ahora que tengo un respiro y que hay quién me ha preguntado cómo me organizo con las comidas, aprovecho para explicaros.

Los domingos busco un hueco para hacer el planning semanal, no sólo ayuda a que no nos pillen en bragas el miércoles menos pensado, además es un ahorro de tiempo y dinero importante. Se trata de algo muy básico, un día legumbres, otro pasta y/o arroz o cualquier otro cereal, dos días pescado, otro carne y otro sólo verduras … y sí me falta el domingo, pero ese día o comemos fuera o cocina J… estos son los almuerzos, antes cenaba muy muy poquito, pero con la niña eso también ha cambiado, no es que cene una barbaridad, pero hay que tenerlo también planeado

Os pongo un ejemplo más gráfico… este lunes garbanzos con espinacas, el martes moussaka vegetal, el miércoles fideos con caballa, el jueves bulgur, el viernes carrillada de cerdo y el sábado hamburguesas de atún

La ventaja de este tipo de planificación es que por un lado sólo haces un viaje a la plaza o super (comprando únicamente lo que sabes que vas a consumir) y por otro que incluso puedes preparar más de una comida el mismo día, por ejemplo el jueves mientras haces el bulgur, tienes la carrillada en la olla express. En cualquier caso, lo suyo es hacerlo con recetas que dominemos para no hacerlo más cuesta arriba y si acaso un día que tengamos más tiempo ir ampliando el recetario.

Para las cenas me gustan todo tipo de sopas y cremas, así como bocaditos tipo falafel, nuggets caseros, montaditos, y por supuesto alguna pizza cae.

Bueno espero que haya sido útil y prometo volver pronto y con foto!!! que sé que estos post tan largos y sin imágenes son un ladrillo

Tarta de Chocolate y Calabacín, de Sandra Mangas

Pues sí, ya he me hecho con el libro de Sandra Mangas, Las recetas de la felicidad.  Me he estrenado con una receta dulce, era el cumpleaños de una de mis sobrinas y, la verdad es que la combinación de los ingredientes de la receta me dejó tan impresionada que no he podido resistirme a intentarlo, reconozco que desde la incredulidad, pero el resultado ha sido la caña. Una tarta rica, esponjosa y nada pesada, además de apta para veganos y alérgicos al huevo … Por supuesto mis fotos están muy lejos de las de la autora, pero así comprobareis que se trata de una receta sencilla y de una tarta muy resultona, sin doble mortal en el aire.

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INGREDIENTES: 300 grms de calabacín, limpio, con piel y triturado. 25 ml de aceite de girasol o de aceite de oliva virgen extra de sabor suave, 200 grms de azúcar. 250 grms de  harina, 50 grms. de cacao puro en polvo y una cucharadita de levadura química. Para la cobertura de chocolate: 200 ml de agua, 2 cucharadas rasas de maizena, 25o grms de chocolate negro, sin leche, troceado.

Precalentad el hormo a 180º, preparad una fuente de horno … en principio preparé una de 30 x 20 cm, como dice la receta, pero queda demasiado bajita, lo ideal sería una más pequeña ya que es un bizcocho que no sube mucho, tipo brownie.  Pues eso, untad en aceite y enharinad la fuente Mezclamos todos los ingredientes del bizcocho. La masa resultante es extraña, grumosa y espera como ella sola y hay que extenderla sobre el molde asegurándose de que quede nivelada y homogénea ya que con el mismo aspecto que entra en el horno, sale del horno. Horneamos durante 20 ó 25 minutos, retiramos al finalizar y dejar enfriar.

Mientras preparamos la cobertura de chocolate. Mezclad en frío la maizena y el agua, que no queden grupo y poned en un cazo a calentar a fuego medio. A continuación añadimos el chocolate trroceado y dejamos que se funda. Cuando esté espeso y totalmente fundido, lo vertemos sobre el bizcocho. Se conserva en el frigorífico hasta ser consumido, pero debe sacarse entre 15 y 30 minutos antes de consumirlo … se puede decorar con bolitas, corazones, azúcar glass o así sin más. Atreveros por exótico que parezca, está muy, muy bueno … los niños se lo comen alégremente ya que el sabor del calabacín no se percibe en absoluto, eso sí, te tiene que gustar el sabor a chocolate intenso!

Albóndigas de coliflor

No hace mucho me comentaba una amiga que, aunque le gustan mucho la coliflor, acaba aburriéndose de ella porque apenas conoce un par de maneras de prepararlas … y bueno, reconozco que a mí me flipan aliñadas o en sopa y aburrir no me aburro, pero es cierto me pareció derrepente un territorio inexplorado. No hace mucho subí una receta de «El Comidista» de  couscous de coliflors, muy recomendable, por cierto y ahora me voy a atrever con esta otra: Albóndigas! que además es una manera de «colárselas» a los más peques.

No recuerdo muy bien de dónde la saque (sorry), sé que estaba en inglés y en un blog pero no conservé el enlace 😦

OLYMPUS DIGITAL CAMERAIngredientes: 1 Coliflor, 1 zanahoria, 1 cebolla, un poco de harina, sal, aceite de oliva, albahaca y pan rallado. Para la salsa de tomate (si la quereis hacer casera que seguro la disfrutais más, claro): tomate triturado, aceite, sal, un poco de agua y especies a gusto.

Cocinais la coliflor en una cazuela con agua hirviendo y sal. Para que no huela mucho existen diversos trucos, añadir algo de vinagre al agua de cocción o miga de pan. Mientras trocear la zanahoria y picar la cebolla, hacer con ello un sofrito al que en el último momento añadireis la albahaca. Mezclar todo los ingredientes junto con 4 cucharadas de harina y dejar enfriar todo un rato. Se puede aprovechar para hacer la salsa de tomate, simplemente dejar freir. Yo he propuesto una salsa muy sencilla, sólo tomáte y especias, pero si os apetece la podeis hacer más contundente con cebolla, pimiento verde, no sé a gusto que se dice ;P

Ya sólo queda formar las bolas de las albóndigas, pasárlas por pan rallado y freir, a mi me gusta añadirle el tomate por encima, pero si las vais a hacer de un día para otro o congelarlas, lo suyo es introducirlas en la salsa…. unas patatitas y a disfrutar!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sopa de Lentejas

Siguiendo con la temática oriental, he estado recientemente en Estambul y la lista de maravillas que enamoran de esta ciudad sería interminable, pero probablemente la que más me ha sorprendido en términos culinarios ha sido la sopa de lentejas. Probé falafels deliciosos y verduras asadas, en ensaladas, humus y bueno, berenjenas del derecho y del revés, pero no había probado jamás la sopa de lentejas y me he hecho fan incondincional … ahora la compartocon vosotros.

Sopa de lentejasIngredientes: 200 g. Lentejas rojas, 1 cebolla, aceite de oliva para sofreir, 1 litro caldo de verduras , 250 ml leche, sal, pimienta, comino, un poco de zumo de limón, 1 cuch. pimentón dulce.

Pon en un escurridor las lentejas rojas (se encuentran con facilidad en tiendas ecológicas), enjuágalas en agua fría y deja que se sequen bien. Mientras, picar la cebolla bien fina y pon en un cazo dos o tres cucharadas de aceite a calentar. Sofreir la cebolla. Se pueden añadir otras verduras, como apio o zanahorias, si se prefiere, si no, añadir directamete el caldo de verduras y las lentejas rojas. Deja que hierva y que se cuezan a fuego medio durante al menos media hora.
Seguidamente, tritura el contenido de la cazuela e incorpora la leche, caliente o tibia, para que no baje mucho la temperatura, que ligue todo durante unos 5 minutos o así. Sazonar antes de retirarla del fuego, con sal, pimienta, una pizca de comino y un poco de zumo de limón (en los paises árabes le añaden una mezcla de especias que se conocen como zumac, si se tiene, ideal, si no con las especias mencionadas, va perfecto, yo es que pasé por el mercado de las especias y claro …). En una sartén aparte, tostar el pimentón dulce, lo justo para que suelte sabor en el aceite, ojo con quemarlo! Al servir, añadir el sofrito de pimentón. Es deliciosa y muy ligera, ideal incluso para el verano.

La leche se puede sustituir por nata, o mejor por nata de soja, haciendo apta la receta incluso para veganos, además quedará especialmente cremosa.

Os dejo una foto del horizonte estambulita, nublado, pero es que el sol no apareció en toda nuestra estancia …

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Falafel

Ahora que llega el buen tiempo da mucha pereza comer legumbres, por que claro, con estas calores un potaje se hace cuesta arriba. Una de las muchas alternativas son las ensaladas  y otra fuente de recetas atractivas y con legunbres la podemos encontrar en la cocina árabe. Son muchas las recetas de origen árabe que las incluyen en salsas, sopas frías, croquetas … la más famosa el falafel.

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Ingredientes; 200g garbanzos secos, ½ Cebolla, 2 Dientes de ajo, Perejil picado, Cilantro picado, 1 Cucharada de «tahini», 1 Cucharadita de comino molido, 1 Cucharadita de especias de falafel ( o en su defecto valen el comino, pimienta de cayena molida y cilantro seco), ½ Cucharadita de sal, 1 Pizca de pimienta negra, 1 Cucharada zumo de limón, 1 Cucharadita levadura química, Aceite de oliva, Pimienta de cayena y Cilantro seco.

Ponemos en remojo los garbanzos en agua fría la noche antes de hacer la receta. Ya reblandecidos los garbanzos, lo trituramos hasta conseguir una textura granulada y lo metemos en un bol. Por otro lado, trituramos el perejil con la cebolla, el cilantro fresco y el ajo hasta que obtenga la consistencia de una crema. Incorporamos esta mezcla a los garbanzos y mezclamos bien. Añadimos las especias de falafel (comino, pimienta de cayena molida, cilantro seco y levadura), limón, sal y tahini. El tahini se puede hacer o comprar ya hecho en tiendas ecológicas …. y si vivís en Cádiz, pasaros por Sumum en el Mercado Central, hacen uno casero muy muy recomendable. Finalmente, removemos bien y lo dejamos reposar para que actúe la levadura. Hacemos croquetas con la mezcla y en una sartén con abundante aceite muy caliente, las freímos hasta que estén doradas por ambos lados. Si el aceite está muy caliente, bajamos la temperatura a fuego medio para conseguir que se hagan las croquetas por dentro también.

Se pueden servir en cucuruchos de pan árabe o dentro de pan pita, con verduras u hojas varias y acompañar con salsa de yogur especiada, o simplemente en el plato.


Caballa alla Pizzaiola

La «pizzaiola» es una salsa típica napolitana que viene a decir algo así, como a la manera de la pizza,  sus ingredientes básicos son el tomate, el ajo y el orégano … aunque cada día es más común que la salsa de tomate que llevan las pizzas sea de bote, realmente debería ser una salsa casera de tomate con ajo y orégano, al  menos. Con estos tres ingredientes bastaría para ser considerada «alla pizzaiola», pero por lo general se le suelen añadir algunos más a gusto del cocinero, claro. Sé que se hace con más de un pescado, pero puede que el más popular sea el atún, yo esta vez he preferido hacerlo con unos filetitos de caballa que con tomate casa estupendamente. Probablemente lo más complicado de esta receta sea sacar los filetes de caballa y, o bien se lo pides al pescatero, o bien lo sustituyes por atún o pez espada y en el tiempo que se fríe el tomate, tienes un plato de lujo!

Caballa

Ingredientes:

Una caballa por comensal, 1/2 k. de tomates (también vale triturados), 1 vasito de vino blanco, un puñado de aceitunas negras sin hueso a gusto, 150 gr. de alcaparras, 3 dientes de ajo, harina, aceite de oliva, albahaca, perejil, orégano, sal y pimienta.

Lo primero, en una sartén con aceite, preparamos un sofrito con ajo, tomate, albahaca, perejil, orégano, aceitunas y alcaparras. Lo dejamos sofreir hasta que el tomáte esté frito, cuanto más troceado mejor, así se hará antes.  Después, salpimentamos los filetes de caballa y los pasamos por harina. Seguidamente incorporamos la caballa a la sartén con la salsa.  A continuación, mojamos con el vino blanco. Dejamos cocinar y reducir durante 10 minutos. Servir y decorar con unas hojas de albahaca y un chorreoncito de aceite. ¿Fácil, no?

Guiso de alcauciles

Esta es una de esas recetas que te retrotraen a la infancia … aunque reconozco que no empecé a valorar a las alcachofas hasta bien pasada la adolescencia y mira que después de mucho probar alcauciles aquí y allí, cómo los de mi madre ninguno … Tengo entendido que el alcaucíl es una alcachofa silvestre, pero aquí, muy a menudo son sinónimos a efectos prácticos ya que en el mercado puedes escuchar ambos términos indistintamente para denominar a la misma verdura.

Alcaucil

  • 1/2  kilo de alcachofas
  • 1/2  kilo de habas frescas con vaina (350-400 gramos desgranadas)
  • 1/2  kilo de guisantes frescos con vaina
  • 1 limón y agua para lavar las alcachofas
  • 1 cebolla bien grande
  • 2 dientes de ajo grandes
  • 2 cucharadas de pan rallado
  • Aceite de oliva
  • Vino fino
  • 1/2 de litro de caldo de verdura
  • sal

Preparar las verduras para el guiso, desgrana las habas y los guisantes y resérvalos, mi madre usa las vainas de las habas y no queda mal, pero yo las deseché. Ir limpiando las alcachofas, hasta dejar el corazón, lo más tierno y no tengais miedo de que mengüe, si quedan hojas duras luego os arrepentiréis y terminareis con media alcachofa en el filo del plato porque  no hay dios que le hinque el diente. De mientras, mete las alcachofas y los rabillos en agua con limón para que no se oxiden.

En una cacerola (donde haremos todo el guiso) pon la cebolla picada bien fina con el aceite y una pizca de sal. Pochar todo a fuego medio y añade los ajos picados a continuación.

Cuando la cebolla esté bien pochada y empiece a tomar color añade el pan rallado y remueve y a continuación añade el vino y deja que se evapore parte del alcohol durante un par de minutos. Finalmente añade los guisantes y las habas y los rabitos de las alcachofas. Remueve durante un minuto y a continuación coloca las alcachofas entre el resto de la verdura y cubre con el caldo que puede estar caliente o a temperatura ambiente. En unos 40 ó 55 minutos estará listo, prueba las habas, son las que te dirán que ya está hecho. Siempre a fuego medio que el caldo vaya espesando con la ayuda del pan rallado.

Por supuesto los huevos son optativos, pero quién se iba a resistir!!

Cuscus de coliflor con naranja y anacardos

A mi la coliflor como más me gusta es en ensalada, la verdad, cocida al dente y aliñada con todos los tropezones que se te ocurran… no sé porqué pero la acidez le va. Pero, claro, con estas temperaturas las ensaladas, incluso templadas, apetecen poco y mira por donde leyendo uno de los post de El comidista dí con esta receta. Hablaba de las comidas de invierno o lo que es lo mismo las verduras y frutas de temporada, suelo leer sus post porque más allá de lo interesante de sus recetas, siempre aprendes algo del universo gastronómico, además me gusta su sentido del humor …

No me voy a extender en la receta, porque la verdad es que no la modifiqué, así que os dejo la referencia en el primer link, y la foto del resultado …. como curiosidad después de editar las fotos, me dí cuenta de que algo fallaba … ¡Había olvidado el pimentón!, así que mi cuscus ha perdido los colores, estaba bien rico, pero por si me estoy perdiendo algo, la próxima vez se lo añado ^_^

cuscus de coliflor

Tagliatelle con queso brie y setas

Nop, no me he ido … al menos no del todo. Uno de mis propósitos de año nuevo era retomar el blog, y en ello estoy, además quiero ir adentrádome en el vegetarianismo. De momento no tengo pensado pasarme a la verdura pura y dura, no voy a descartar los lácteos y los huevos, pero además no puedo prescindir por completo del pescado, lo dejo para consumo ocasional, pero, en fin, como próposito saludable a mí me parece un gran paso. Llevo así toda la semana y si haceis un repaso por el blog, veréis que ya tenía una buena batería de recetas vegetarianas. He leído mucho sobre el tema y finalmente estoy convencida de que a partir de cierta edad, por concienciación, convencimiento o coquetería, todos deberíamos desentendernos de las carnes, al menos restringir al máximo su ingesta…. ¿Empezamos con una de pasta sencillita?

tagliatelle

Ingredientes:

200 g. de tagliatelle, 100 g. de queso brie, una nuez de mantequilla, aceite de oliva, 3 cebolletas picaditas, un diente de ajo, 150 g de setas a elección, 75 ml de vino blanco seco, 125 ml de caldo de verduras, 1 cucharada de moztaza de dijon, un puñado de tomates secos picados, 125 ml de nata, tomillo

Para la salsa, preparar los ingredientes, quitarle la corteza al brie, picar los tomates, las setas, la cebolleta… En una cazuela derretir la mantequilla con dos cucharadas de aceite … la mantequilla le da untuosidad, pero también se puede hacer sólo con aceite, cuando esté caliente añadir el ajor picado y la ceboleta, dejar que dore. Una vez esté pochadita, incorporar las setas y saltearlas antes de verter el vino. Dejar que se evapore el alcohol antes de verter el caldo de verduras. Hay que dejar todo a fuego suave hasta que reduzca. Mientras podemos preparar otra cazuela con agua y sal y llevarla a ebullición para cocer la pasta. Cocer los tagliatelle según las instrucciones del fabricante, mejor al dente, para darle un último salteado con la salsa

Cuando la salsa se haya espesado, añadimos los tomates, el queso brie troceado y sin corteza, la nata y un puñado de tomillo… remover hasta que se funda el queso. Incorporar los tagliatelle ya cocidos y escurridos, remover para que se mezclen bien los sabores y servir ..  no es nada pesado y tiene un contraste muy rico, con los tomates, la mostaza y el vino seco.

Risotto de Remolacha

A mis sobrinos les ha dado por montar un pequeño huerto en el campo, una gran idea, pero por ahora un poco desorganizada ya que han sembrado sin ton ni son lo primero que se les ha pasado por la cabeza, como por ejemplo remolachas! jajajaja, que oye, no tiene nada de malo, si no fuese porque salvo a mí, no parecen gustarles a nadie más. Claro cuando uno de ellos apareció traiendo remolacha a mansalva una empieza a maquinar, porque aliñadas están muy ricas, y en ensalada y … ¿un risotto?

Ingredienes: 500 grs de remolacha cruda, Aceite de oliva extra virgen, 1 cucharada de vinagre balsámico, 1 cebolla pequeña, 250 grs de arroz para risotto o bomba, en su defecto, 150 ml de vino blanco seco, 700-750 ml de caldo de pollo, 75 grs de queso parmesano rallado, 25 grs de mantequilla (cortada en dados)

Hervimos la remolacha en abundante agua durante 30-40 minutos.  Escurrimos y esperamos a que se enfríe antes de pelarla, y si no quereis ser el principal sospechoso del desmembramiento alevoso de un tubérculo, ponte unos guantes de látex. Dividimos la remolacha en dos, con una de las dos mitades hacemos un puré.  Trituramos la remolacha con una batidora eléctrica, añadiendo una cucharada de aceite de oliva extra virgen, sal y pimienta. El resto lo reservamos para añadir casi al final, en gajo o rodajas, según prefiráis.
Empezamos con el risotto, la preparación ya la he narrado aquí en al menos una ocasión; el caldo tiene que estar caliente para no bajar la temperatura del arroz según lo vamos añadiendo.
Calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva en una cacerola de base gruesa y pochamos la cebolla durante 7-8 minutos o hasta que esté blanda pero no dorada y salpimentamos, no en exceso que luego el parmesano algo sala.
Añadimos el arroz y removemos durante un par de minutos.  A continuación añadimos el vino y continuamos removemos hasta que se haya evaporado (unos 2 minutos).  Entonces, con un cazo, vamos añadiendo el caldo poco a poco y sin dejar de remover.  Esperando a que el arroz absorba el caldo antes de añadir un cazo más.  Así hasta que se no tengamos más caldo que añadir. Un par de minutos antes de que el caldo se evapore añadimos la remolacha que habíamos reservado, ya está cocida, es sólo para que coja calorcito.
Retiramos el risotto del fuego y añadimos la mantequilla, el puré de remolacha, el queso parmesano. Removemos una vez más para mezclar bien todos los ingredientes y servir con unas lasquitas de parmesano para decorar.